Naces, creces, te reproduces y mueres.
Saber eso y ser consciente de ello hace replantearse el sentido de la vida.
Nacer para morir.
Toda una vida construyendo un futuro para al final perderlo.
Existir y desaparecer.
Buenos y malos momentos se dejan a un lado. Todo carece de sentido, quedando el hueco vacío que otros rellenarán tras tu ausencia.
Recuerdos olvidados.
La esencia de ti se irá con tu época. Tras esto, nada apretará tu mano, nada te retendrá.
El flujo de la vida es abstracto y el sentido de la vida...
INEXISTENTE.